En días como hoy me sentaría toda la tarde a escribirte, a contártelo todo, a impregnar todos mis textos y todas mis acciones con los sentimientos que surgen al pensarte.
Te dije que habías cambiado mi vida y lo hiciste en verdad, más allá de lo que dure, más allá de lo que pase. Hoy sé que soy una persona diferente, de verdad, gracias a tí.
Y aunque me encantaría llenar esto y todos los medios de canciones romanticonas y deshacerme en sentimientos melosos, no puedo hacerlo porque te prometí que me lo tomaría con calma, pero cómo lograrlo si tú eres algo que siempre quise tener.
Siento ahora impulsivas y nerviosas ganas de hablarte hoy y a cada segundo, de ponerle "me gusta" a cada una de tus publicaciones.
Pero este es el primer paso, reconocer, y eso es lo que hago. No te niego que muero de miedo, pero esto es algo que me debo, de hecho no puedo dejar de sentir nervios al publicar esta entrada porque será inevitable que todos se cuestionen tu identidad.

Y acá va, este soy yo. Queriéndote tontamente y esperando a que tú me quieras un poquito, pero tranquilo, no quiero hostigarte y no quiero que la emoción nos lleve a un error del que desearemos olvidarnos.

♥

Sería lindo saber que un día leíste esto y te sacó una sonrisa