Estos días el pasado se ha encargado de querer volver a ser presente, los mismos fatasmas de antes me persiguen, en verdad no sé que hacer. ¿Será una señal? ¿Debo resignarme a que las cosas sean así? sin dudas son cosas que debo responderme luego, no puedo vivir mirando hacia atrás y encontrando episodios inconclusos, puertas entreabiertas, heridas que no han recibido el perdón.
Tal vez sea solo que necesito una reconciliación más profunda con Dios, que no sentí por completo luego de la confesión en el camjo, de hecho después de hacerlo no me sentí aliviado de alma como solía hacerlo. Creo que es de urgencia reconciliarme. Espero que la próxima semana en la playa me sirva para, aparte de pasarlo bien, aprovechar de darme un tiempo de reflexión en las rocas y hacer un examen de conciencia como corresponde y Dios quiera haya un padre dispuesto a entender y sin prejuicios, al contrario de Máximo quien me hizo sentir tal vez peor de lo que ya me sentía.
He pensado harto en mi progenitor (que no es lo mismo que papá) estos días y en como no he logrado llegar a un perdón real con él. Siento que aún le tengo muchos rencores y no me gusta, pero me cuesta llenarme de amor y acercarme a perdonarle, sé que no me va a querer escuchar. Lo creo tan difícil por que me ha hecho demasiado daño y se ha encargado de hacer que el dolor permanezca latente, día a día. Cada vez que llega una carta con mi nombre me da mucha lata abrirla porque no quiero que sea una nueva demanda. ¿Por qué mierda tratas una y otra vez de perturbarnos, de recordar los horribles momentos que vivimos contigo?. De verdad que tengo mucho resentimiento con él, pero sé que como cristiano debo perdonarle, mas no me siento listo para hacerlo y menos si sigue dañándome constantemente.
En fin, tengo tantas cosas que terminar. Le echo la culpa a la vida, que no me dio la oportunidad de responder todas estas dudas en la adolescencia, como todas las personas hacen. No tuve la oportunidad de encontrar mi identidad propiamente, no tenía respuestas a la pregunta ¿Quién eres? y menos a ¿Qué te gusta (comer, hacer, escuchar, lo que fuere)? Me ha costado trabajo vivir esta adolescencia desfasada, en esta edad uno esperaría estar seguro de uno mismo y de lo que es, pero yo no lo estoy. Tengo tantas cosas que definir y que cerrar que me siento superado a veces, pero sé que Dios me va a dar las fuerzas para seguir.
En resumen, me siento ahogado y necesito despejarme.
Xebahhh...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu huella...