Esther:
"Su voz viajó con un único propósito. Era más que una voz. Un hombre más que un hombre. Dijo: 'Benditos sean los misericordiosos, porque obtendrán misericordia. Benditos sean los pacifistas, porque serán llamados hijos de Dios'"

Judá:
"¿Hijos de Dios? ¿En ese valle muerto donde las dejamos? Le digo que cada hombre de Judea esta sucio y continuara sucio hasta que despojemos nuestros cuerpos del lodo y la costra del estar a la merced de la tiranía. Ninguna otra vida es posible, aparte de limpiar a fondo estas tierras.

Esther:
"¿Con sangre?"

Judá:
"¡Sí, con sangre!"

Esther:
"Sé que hay una ley en la vida: La Sangre engendra sangre como los perros engendran perros La muerte engendra muerte como el buitre engendra buitre, pero la voz que oí hoy en la colina dijo: 'Ama a tu enemigo. Has bien a los que te usan despiadadamente'. ¿Es que jamás engendraremos nada juntos? ¿Ni siquiera amor?"

Ben-Hur de William Wyler