lunes, 2 de abril de 2012

Mamá

Ayer fue un día muy extraño, me desperté temprano para ir a la misa de Domingo de Ramos y la noche anterior me había acostado super tarde, por lo que obviamente estaba muerto de sueño, pero aún así tenía muchas ganas de ir. Fue lo mejor que pude haber hecho, me encantó estar ahí con la alegría típica de ese día, a pesar de que los chiquillos no andaban muy motivados parece.

Camino a la casa recordé que nadie te prepararía nada para tu cumpleaños, mi papá y el Álvaro son unos depreocupados, aparte de que no andamos nada bien de plata. Así que pasé al super a comprarte una tortita que fuera, solo con el ánimo de que tuvieras algo especial en tu día. Al llegar a la casa noté que la motivación era nula y me dió mucha lata, nadie estaba ni ahí contigo y tú estabas super triste por cosas externas. A fin de cuentas me puse a dormir con la esperanza de que al despertar en la tarde me encontraría con un ambiente más grato. Desperté ya a la hora de once y ninguno de los dos estaba, solo tú, mi Tita y yo. Saliste y empecé a preparar la once, me dije "ok, estamos los que estamos, no importa". No sabía que hacer, estaba hecho un atado y me desmotivaba cada vez más. Ahí me intenté tranquilizar y me dije: "Deja que todo fluya" y así sucedió. Después apareció mi papá y mi prima, el Álvaro no llegaba y tú lo fuiste a buscar. Estábamos todos ahí a oscuras para cantarte y tú lloraste mientras lo hacíamos. Obviamente no esperabas nada... Y la espontaneidad venció a mi estructuración.

Te amo tanto ¿Sabes? a pesar de todo. Recuerdo que te dije que no tenías porqué hacerme partícipe de tus problemas y por más que tratas de no contarme cuando todo va mal, es inevitable preocuparme y preguntarte qué pasa. Porque sé que nadie más se va a preocupar por ti. Porque sé que yo te entiendo y te apoyo como nadie. Pero a la vez es difícil tener una relación tan cercana, tan cómplice (en especial yo cómplice tuyo) cuando un hijo lo que requiere es protección, es sentirse cuidado, protegido, contenido. Tal vez deba yo hacerte callar mientras te cuento las cosas que hago y siento, de modo que me escuches bien primero, para después hablar de ti (aunque debería practicar esto con todos, la verdad). Porque necesito sentirme seguro, necesito sentir cada vez más confianza. Te necesito, Mamá.

 "yo prometo cantar esa melodía que te hacía sonreir
y tú prefieres oir aquella canción, la cual no puedo tocar.
No, no te rindas jamás. No te rindas jamás 
¿Pues, qué no ves que sin ti no doy más?"
Adheridos Separados, Panda

Te amo y sé que eso nunca cambiará. Siempre juntos luchando día a día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu huella...