sábado, 29 de junio de 2013

Mirar una foto en la que sales, después de 4 años sin saber nada, NADA, de ti es extrañamente desconcertante. De seguro terminaste tu carrera y nunca te volviste a enamorar o, tal vez, sí ¿Qué sé yo?

Creo que nos hizo tanta falta una conversación como adultos así como para dejar de sentirme inconcluso y, para cuando vea otra foto tuya, no quedarme helado como me pasó hoy.

viernes, 28 de junio de 2013

-Y tú ¿Esperabas encontrar el amor ahí?
-Uno no espera enamorarse. Simplemente lo hace, sin explicación alguna.
-Pero ¿Querías?
-Era el peor momento, pero sucedió, tal vez nunca estamos listos y siempre es un momento adecuado.
-No lo comprendo.
-Solo es algo más grande que nosotros, tú siéntate y disfruta el viaje.
Típico:

“Es obvio que le atraigo. Pero también le repelo. Y viceversa. Por eso somos el uno para el otro y por eso no pasa nada.”

Alberto Fuguet

jueves, 20 de junio de 2013

Botado

He estado toda la semana con ganas de escribir y he sentido que no vivo ni un segundo por mi para poder lograrlo. Esto está botado hace tiempo, yo mismo estoy botado hace tiempo... Tratando de llenar vacíos, tratando de encontrar ¿Encontrar qué, si no estoy buscando nada? Perdido. No quiero respuestas ni soluciones, no quiero nada.

Pensé escribir un par de canciones, pensé escribir sobre el fugaz encuentro que tuve con el susodicho del verano, hablar sobre las citas y otros recientes, sobre los sucesos de ayer y hoy. Y no puedo, me siento abandonado, por todos y por mi mismo.

Yo sé que Dios está ahí, que me ama y todo el cuento, pero no me nace acercarme a Él. Aun recordando todo lo que ha hecho por mi, no puedo, siento que todo lo que gané con confí se fue de una a la basura, siento que he perdido la fe, la fe por mi. Puedo orar por otros, pero no por mi.

Estoy tan rodeado de gente y me siento tan solo, sé que es egoísta, que le estoy dando color, que hay gente, en este mismo momento, que lo está pasando peor. Pero es inevitable sentirme vacío. Estoy solo en clases, estoy solo en el trabajo, estoy solo en mis viajes atravesando Santiago, estoy solo, cuando en la U hay más de uno conmigo.

Y esas ganas de llorar que no pueden ser satisfechas, que cansan, que agotan más que cualquier cosa. Necesito una experiencia religiosa, necesito un amigo que me preste su hombro, necesito estar solo por opción, no por que las circunstancias así lo digan. Necesito un viaje interior.

NECESITO ALGUNA WEÁ QUE ME RECUERDE QUE ESTOY VIVO, POR LA RE CHUCHA.

domingo, 9 de junio de 2013

Bloqueado.
Veo los días pasar frente a mis ojos y yo sin reacción.

Estoy cansado, pero no físicamente, no por el gimnasio, ni por dormir poco, ni por comer mal, ni por los eternos viajes en metro, ni por trabajar y estudiar al mismo tiempo.

Estoy cansado del alma, desgarrado. Lánguido.

Así no se puede.

miércoles, 5 de junio de 2013

Tengo una necesidad tan grande de llorar que no voy a poder hacer nada bien hasta que sea saciada...
Me las tuve que arreglar solo,
muchos días pasaron sin mostrar frutos.

Y las murallas siguieron cayendo
en la ciudad que amábamos.
Nubes inmensas se deslizan por el cielo,
trayendo oscuridad desde el cielo.

Pero, si cierras los ojos,
¿Se siente casi como si nada hubiera cambiado?
Y si tú cierras los ojos,
¿Se siente casi como si hubieras estado antes aquí?
¿Cómo voy a ser optimista al respecto?
¿Como puedo ser optimista al respecto?

Estuvimos atrapados y perdidos en nuestros vicios,
y con tu actitud hasta que el polvo se asentó en nosotros.

Y las murallas siguieron cayendo
en la ciudad que amábamos.
Nubes inmensas se deslizan por el cielo,
trayendo oscuridad desde el cielo.

Pero, si cierras los ojos,
¿Se siente casi como si nada hubiera cambiado?
Y si tú cierras los ojos,
¿Se siente casi como si hubieras estado antes aquí?
¿Cómo voy a ser optimista al respecto?
¿Como puedo ser optimista al respecto?

¿Oh, por dónde empezaremos?
¿por los escombros o por nuestros pecados?

¿Cómo voy a ser optimista al respecto?
¿Como puedo ser optimista al respecto?

Bastille - Pompeii

lunes, 3 de junio de 2013

Estuve (y estoy) dudoso de escribir esta entrada, pero no quiero escribir nada antes de contar esto. Es algo bien sensible y de verdad que pensé mucho en el futuro mio y del blog después de que esta entrada se publique.

La entrada anterior parecía una premonición a lo que pasaría al día siguiente. Ese martes me levanté como de costumbre y me vestí cual estricto luto, todo de negro. La noche anterior (craso error) dejé mi Facebook abierto y el computador sin apagar, para dejarlo olvidado en mi pieza. Si no tuviera nada que ocultar, lo que claramente no es el caso, lo anterior sería un hecho irrelevante.

Transcurre la mañana normal, y llego al trabajo. Ni bien enciendo el computador recibo una llamada afligida de mi mamá. Me dice que tiene que hablar conmigo, que es urgente y que está mal. Yo de inmediato supe lo que pasaba y comencé a temblar. Me resistí a ir y me dieron un ultimátum para aparecerme en la casa no después de las 5. Después de cortar temblé aun más fuerte y, desconcertado, no atiné a irme de inmediato. El René se levanta a ir a la oficina de al lado y yo cierro todo, apago el computador y me levanto dispuesto a salir. Mi jefe me intercepta camino a la salida. "¿Ya te vas?" - me dijo. "Sí, mi mamá llamó y tiene problemas, tengo que irme" - respondí mientras sentía una mezcla de vergüenza, rabia y tristeza. "Está bien, la familia es primero" - sentenció para despedirse.

Nunca un viaje en metro se me había hecho tan eterno. Caían lánguidas las estaciones, una tras otra, tomándose todo su tiempo, pues ellas a diferencia de mi, no tenían nada que perder. Mi cabeza estaba hecha un mar de pensamientos, cada uno más oscuro que el anterior. Pensaba que tendría que irme de la casa, tal vez congelar para dedicarme a trabajar y juntar dinero, pensaba en gritar a los 4 vientos toda la verdad, sin censuras, pensaba mandar todo a la mierda cada vez con más fuerza. Estaba desesperado y desesperanzado respecto a la situación. Después de un poco más de una hora llego a mi casa y encuentro a todos llorando al rededor de mi computador. Los tres, mi mamá, mi papá y mi hermano me clavaron la mirada exigiendo explicaciones.

Era evidente todo lo que había pasado, mi facebook estaba abierto y era imposible que si ellos lo encontraban no se fueran a tentar leyendo. No esperaron ni que tomara asiento para arrojarlo todo sobre mi. Que esa no era vida y menos para Dios; que no había forma de que fuera a ser feliz así, que lo garantizaban; que esa gente es desviada y solo busca sexo y mientras más asqueroso mejor; que iba a morir solo y enfermo, como todos; que yo había nacido hombre y que si mi problema era tan grande que mejor me operara; que yo no era así, que ellos me conocen y yo estoy equivocado; que me estoy condenando y que mi alma se perderá; que los iba a perder, mejor, que me iban a abandonar (para ser justos, esto solo lo dijo mi papá).

Yo lloré, no sabía hacer nada más. Y ¿Qué se suponía que debía hacer? Enfrentar y gritar no era una opción, estaba acorralado y forzado a decir que yo estaba equivocado y que haría lo posible por cambiarlo, que ya lo intenté antes y que me cuesta demasiado. Posterior vino la charla de moral, y el pseudo apoyo que me brindarán para que me salga de eso.

La verdad estoy desconcertado y no tengo ni idea qué va a pasar. Se supone que yo ya había asumido todo, pero ahora me fui a la cresta y ya no sé lo que pensar.

Estuve tan amargado, sin embargo, me contenté con volver a actuar de nuevo. Volver a fingir la sonrisa en mi rostro, volver a negarme a mi mismo, volver a ser cobarde por los prejuicios de los demás y por los míos. De vuelta al doble estándar.

Lo peor es que estaba tranquilo y ahora no pienso en otra cosa cada día que pasa.