viernes, 29 de junio de 2012

Se terminó

Hoy fue el ultimo taller con los microempresarios, hubo lágrimas aplausos y, por sobre todo, mucha gratitud. Tanto de ellos hacia nosotros, por el tiempo que les dedicamos y el aprendizaje que recibieron, como de nosotros hacia ellos por su dispocisión, sus ganas y su acogida con nosotros que eramos mucho más chicos que ellos y los temas de los primeros talleres no tenían mucho que ver con sus intereses iniciales.

Estoy muy contento. Contento por el trabajo que hicimos que creo fue correcto y dedicado. Contento por la experiencia, por el aprendizaje que me dejó cada uno de los microempresarios, por mostrarme lo aperrados que son, por enseñarme que si uno tiene una idea debe luchar por ella. Contento por haber conocido a mi grupo, que son todos personas excelentes y que si bien en un principio tuvimos un par de inconvenientes o tal vez ganas de asesinarnos unos a otros, pudimos sobrellevarlo y formar una linda relación; me caen bien y los aprecio.

Como es de esperarse, también estoy triste. Triste porque se acabó, porque es improbable volver a ver a los microempresarios. Triste porque los veré menos, al Johnny, a la Nati, al Nico, a la Jesu, al Seba y al Manuel. Triste porque voy a dejar de hacer clases (bueno, solo acá, AE no se deshará de mi tan facilmente). Triste porque no me la jugué. Triste porque tengo examen al mismo tiempo en que ellos reciban su diploma, diploma del que yo también fui parte. Porque fue un logro que construimos todos juntos.

Porque la vida es de ciclos, las cosas comienzan y terminan, pero lo bueno es que al final tienes el corazón marcado por la experiencia, el alma llena de lo que viviste y la mente colmada de nuevos aprendizajes. El balance final es más que positivo, las rabias y las peleas (que fueron pocas y de bajo tono) valieron totalmente la pena, la falta de tiempo, la preparación previa, el tener que desplazarse desde lejos, el volver tarde a casa cada jueves, todo valió la pena, todo fue completamente positivo, todo contribuyó a sentirnos gratificados y regocijados en la familiaridad del círculo final.

No tengo palabras para describir todo lo que me provoca el cierre de este proceso, estoy de verdad muy contento y me siento realizado, como hombre, como profe, como persona.

Gracias a todos por haber hecho esto posible.




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