Y apareces siempre, haciéndote la víctima. Es que trabajas tanto, es que tienes tantos problemas, es que no te dejan ni salir, es que nunca supiste nada ni nadie te avisó. Si supieras que no puedo creer ni media palabra de lo que dices, pero no sé si es porque eres falsa o porque el mundo de fantasías que proyectas es el mundo en el que tú vives. Siempre creyendo lo que quieres, siempre viendo las cosas como no son.

Fuimos amigos, los mejores, íbamos a todos lados juntos, te distanciaste, reapareciste, trataste de conquistarme mientras pololeaba, desapareciste de nuevo. Volviste a recriminar, cuando no tenías ni motivo y, sí, te diste cuenta de lo equivocada que estabas porque todos te lo hicimos saber.

Pero, dale, vive en tu mundito irreal, solo te pido que no nos vengas a buscar.