Ya no daba más. Mi mamá de vuelta en la casa y las cosas no parecían aliviarse para mi. El estrés era aun mayor. Ella aveces quiere que viva por completo en función de ella. Mi papá, por otro lado, razona al revés de todas las personas y eso lo convierte en alguien para nada colaborativo en cuanto a ambiente grato se trata. El Álvaro es un cero a la izquierda, no hace nada ni se le ocurre nada, solo se le ocurre que está cansado y necesita sentarse. Es increíble lo nada que aporta y lo mucho que eso aporta a que quede la cagá.
Ya no quería más guerra.
Hoy caminé de Tobalaba al Salvador, por la ladera del río y fue lo mejor que pude haber hecho.
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