Ayer iba bajando por el ascensor con el cuerpo destruído después se una intensa jornada con amigos. Mi cara reflejaba todo el cansancio y la falta de sueño, pero vi que mis ojos brillaban con un color especialmente lindo. Siempre me gustó como se veían mis ojos, eran mi parte del cuerpo favotita, pero ayer los ví y me encantaron aún más que antes y me dí cuenta de que ellos reflejan todo lo que siento. Son un canal directo hacia mi corazón.
Debo mirarlos más seguido, para hacer lo que siento más que lo que pienso.
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