Finalmente el día se cerró bien, valió la pena estar parado mil horas y después morir sofocado en el CEC, pero salió, Dios mío, salió. Aun falta el apretón de manos, pero vamos por buen camino. Estoy demasiado contento y ¿A quién no le gusta que las cosas sucedan como las planeaste?
A veces pienso que Dios me da demasiadas cosas y que posiblemente no las merezca, pero meditándolo bien, si me las da es porque a pesar de todo me ama y me hace saber que estoy haciendo las cosas bien =).
Así que chao con todos los rollos, loco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu huella...