Viejos tiempos

Que rico que la vida te sorprenda, que rico que cuando no tienes expectativas las cosas salgan increíbles. El sábado era the reunion con los Rottens, lo propuse como medida desesperada para tener un término de vacaciones como la gente y conforme pasaba el tiempo más pensé que terminaría solo con la Llery viendo películas hasta el infinito. Pero ese día confirmó la Francia, bueno al menos seríamos tres. Quedamos de juntarnos para irnos juntos. Más tarde confirmó la Nicole, super impensado porque había llegado recién de un viaje de mil horas desde Arica y obvio que estaba cansada. Bacán igual éramos 4 y la noche prometía.

Mientras caminaba con la Francia, me acordé de la Ana, a pesar de que andábamos medios tirones diplomáticamente hablando la llamé para ofrecerle pasarla a buscar y mejorar las cosas. Iluso, sabes como es ella: siempre con toda la disposición del mundo, pero que la mamá, la hermana, el perrito, el Bob, que para una vez con más preparación... típico. Llegamos, llegó la Nico y empezó la conversa natural y confidente. Teníamos tanto que contarnos unos a otros, había pasado demasiado desde la última vez que fuimos varios reunidos en el mismo lugar. Risas, bromas antiguas, experiencias nuevas. Lo máximo, las echaba mucho de menos. Más tarde llama el Sergio, el tipo más aleatorio del universo, todos sabemos muy esporádicamente de él y muy pocas veces se entiende qué onda su vida. Dijo que a lo mejor se dejaba caer y, para sorpresa de todos, apareció. Más conversa, más tragos, más risas, mejor ambiente de calidez, de hermandad, eso tan rico que teníamos se hacía presente nuevamente.

Atesoro demasiado esa junta y no me ilusiono con que se repetirá varias veces en el año, pero mientras exista eso que teníamos y que descubrimos que no había muerto, me doy por pagado. Ojalá la proxima sea con la Ana, la Maggi con su guagua y en esas voladas locas tal vez el mismo Gonzalo, pero bueno, la vida se encargará de sorprenderme de nuevo.