jueves, 13 de diciembre de 2012

Arnaldo, te conocí hace 5 años, para una misión de la Parroquia. Fueron 2 semanas solamente, pero de inmediato te volviste en alguien fundamental para mi vida, vida que estaba pasando por la peor crisis en ese momento, y tú me apoyaste mucho, me diste tanto aliento, tantas ganas de seguir luchando, tantas ganas de tener más fe. De no haber sido por tí quisás qué cosas hubieran sucedido en mi vida y quisás cómo hubiera terminado. En serio que te convertiste en un amigo como ningún otro, esas dos semanas y todo tu apoyo posterior los valoro mucho y es por eso que te llevo siempre en mi corazón y es por eso también que me llenó de alegría del momento que me permitiste compartir contigo hoy (ayer?).
Estoy demasiado orgulloso de tí, este fue sin dudas todo un logro para ti en tu vocación y me llena de alegría el sentirme parte, el saber que lo lograste a pesar de lo adverso, a pesar de todos los problemas. Me encantó también el vivir un acto de entrega, de amor tan grande como el que compartimos en tu ordenación, en el día en que diste tu sí definitivo a Dios, después de los 10 años de formación en el seminario de San Vicente de Paul.
Gracias por todo, amigo, y gracias por hoy, de verdad que me emocioné con cada momento y estoy extremadamente feliz por ti. De verdad te deseo lo mejor en tu ministerio y que seas un istrumento para la paz y la obra de Dios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu huella...