jueves, 27 de diciembre de 2012

No puedo.
No soy.
No siento.
No debo.
No debí.
No tengo.
No quiero.
No merezco.

Sientes más de lo que yo podría, no tengo lo que necesitas ni creo tener ganas de hacer un esfuerzo. Hace unas semanas tenía la película bien clara y hoy por hoy he vuelto a ser el mismo de antes, que no sabe nada ni decide nada. Ya no es miedo, es simple desinterés.

Y sí, me duele un poco, pero miro como todo se me cuela entre los dedos y solo observo, no hay nada que sienta que deba hacer al respecto. No entiendo lo que ocurre, estoy paralizado física y emocionalmente. Congelado. Muerto.

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