Desde que volví del ombligo, mis estados de Facebook tienen más comentarios y "me gusta", mi blog tiene más visitas, me llegan más mensajes y llamadas al celular, todo más que antes. Debería sentirme bien por esta "popularidad" si es que se puede llamar así, pero no, me sigo sientiendo solo, sigo sintiendo que no le intereso a nadie, que a todos los da lo mismo lo que me pasa y les da lo mismo contarme qué les pasa, sigo siendo igual de iluso y malagradecido, porque sé que no es así, sé que hay gente (la mayoría de los que leen este blog, al menos) que están pendientes de lo que me pasa. Pero es inevitable sentirme solo, sentir que nadie me entiende y que todos me temen, sentir que nadie cuenta conmigo y que me cuesta contar con los demás.
Espero que con el nacimiento de Cristo vuelvan a nacer en mí todos esos lindos sentimientos que venía trayendo conmigo.
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